Se recorta su museo en un cielo soleado.
Luz atrapada en su cúpula tra.
Juguetonas formas, huevos, hogazas de pan pegadas contra el muro.
Maniquís abrazando el cielo.
Unos pasos más, y comienza el sueño.
Un sueño que casi es locura.
La locura divertida de ese niño grande llamado Salvador, archiconocido Dalí..
Espectador eres dentro de su cabeza, con tú boca entreabierta, alerta ante las nuevas sorpresas.
Escala tú mirada muros llenos de misterios, hurga en sus cajones, curiosea habitaciones oscuras que encierran tesoros, palacios de viento vacíos de silencio.
El murmullo de los visitantes, el click furioso de las cámaras pueden romper el hechizo.
Pero tú...sigue soñando.
Escucha el canto de los ángeles blancos convertidos en lavabos.
Atrapa la lluvia en su cadillac.
Cae derribado ante su dominio de la técnica y sucumbe a sus mágicos juegos.
Retira las telarañas que empañan su memoria.
Descubre al genio, a la musa y déjate sorprender como si un niño fueras.
"Es evidente que existen otros mund…