Este es otro de mis cuadros. Se titula "La Mancha" y es un cuadro que realicé por encargo. Desde entonces, descubrí mi fascinación por los molinos: su paisaje - situados en una llanura, bajo un sol de justicia-, su maquinaria, el color del cielo de mi tierra, el blanco de sus paredes, sus engranajes... No es raro que me obsesionara intentando reproducir estas nubes y su arquitectura. No es de extrañar que Don Quijote los confundiera: -Mire vuestra Merced- respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes,sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas por el viento hacen andar la piedra del molino. También, me hacen recordar uno de los poemas más bonitos de Miguel Hernández, uno de mis poetas favoritos. Aquí os dejó sus letras. Para mí, siempre son fuente constante de inspiración: EL SILBO DEL DALE Dale al aspa, molino, hasta nevar el trigo. Dale a la piedra, agua, hasta ponerla mansa. Dale al molino, aire, ha